Hotel Galot La Chapelle Gardegan-et-Tourtirac

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente tuve el placer de alojarme en Galot La Chapelle, un rincón encantador en medio de un paraje rural impresionante. Desde el primer momento, Lísset, la dueña, nos hizo sentir como en casa, mostrándonos su bodega y organizando una deliciosa cata de vinos. Además, el desayuno que nos preparó fue un verdadero festín: torrijas francesas que estaban para chuparse los dedos. Las habitaciones son un lujo, con entradas privadas y vistas al jardín que invitan a la tranquilidad. El ambiente es perfecto para aquellos que quieren desconectar y disfrutar de actividades como senderismo o montar a caballo en los alrededores. Sin duda, recomiendo Galot La Chapelle a cualquier amante de la buena gastronomía y el vino, así como a quienes buscan una escapada única y relajante. Estoy deseando volver a este lugar donde el trato es inmejorable y cada detalle se cuida con cariño.